Esta expresión empezó a utilizarse en el Siglo de oro español con la aparición, a principios del siglo XVI, de los corrales de comedias, que fueron los primeros teatros estables y estaban situados en el patio interior de las casas particulares.
Se les deseaba «mucha mierda» a los actores porque la abundancia de excrementos de caballos en los alrededores del teatro indicaba que habían acudido muchos espectadores a presenciar la función y que, por tanto, ésta estaba siendo un éxito.
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Fuente de la imagen: Wikipedia.
Así que, para el festival navideño que vamos a celebrar este próximo viernes, os deseo a todos…
¡Mucha mierda!
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